Monday, July 25, 2011

ESTADO DEL ARTE

Se dice que la violencia en los centros escolares es uno de los fenómenos sociales que desde siempre han existido, pero no es sino hasta finales de los años sesentas que esta llamada violencia escolar cobra  una destacada importancia en los paises  del norte de Europa- específicamente en los países escandinavos-y posteriormente en el mundo entero; el suicidio de tres adolescentes que venían siendo víctimas de acoso escolar obligó a los investigadores sociales y posteriormente a las autoridades a poner especial atención en lo que anteriormente se consideraba como una forma común y normal de vivir la escuela y que ahora conocemos como violencia escolar
Desafortunadamente, en México,  las investigaciones que se han realizado sobre este tema son escasas e insuficientes pues la mayoría de las veces se limitan a informar sobre incidencias de agresiones entre alumnos, sondeos de opinión entre profesores y directivos o notas periodísticas, pero no se refieren al  tema como un fenómeno antisocial con presencia en el marco escolar
En la mayoría de los trabajos que encontramos sobre violencia escolar éstos se limitan o “especializan” en el  bullying, el mismo Daniel Olweus, investigador considerado como la máxima autoridad mundial en el tema, recomendaba en 1991 que una definición del fenómeno incluye cuatro criterios:

1) Es agresivo e intencionalmente dañino
2) Se produce de forma repetida
3) Se produce en una relación en la que hay un desequilibrio de poder
4) Se suele producir sin provocación alguna por parte de la víctima     (Olweus1991)

Ante el comentario de Olweus nos preguntamos si estos cuatro puntos que refieren al acoso escolar  son exclusivos entre los alumnos o si se podrían extender hacia todos los tipos y niveles de relación entre los diferentes actores escolares, consideramos que sí
Del mismo modo cuando algunos autores hacen referencia a las diferentes víctimas y/o victimarios de la violencia escolar se limitan a hacer mención de  pares adolescentes que ponen en práctica, o sufren, la violencia en los centros escolares, dejando de lado la participación de los adultos en otras formas de violencia escolar diferente al bullying,  los autores más avanzados en el tema hablan, incluso, sobre la forma como perciben los adultos este fenómeno:

“En general, los padres piensan que las conductas de acoso e intimidación en la escuela son inapropiadas y hay que impedirlas. Cuando la víctima de ellas es su hijo, tienden a exigir una reacción punitiva, mientras que los orientadores escolares suelen pensar que se puede estimular a los acosadores para que cambien de comportamiento. Es curioso que, al parecer, algunos padres en realidad admiran al acosador, en especial si se trata de su hijo o hija. Pero, por lo general, los padres son poco conscientes de los problemas del acoso en la escuela y raramente hablan de ello con sus hijos” (Harris-Petrie 2006)

También definen al acoso en la escuela como:

”Una conducta intencionadamente agresiva y dañina de una persona o un grupo de personas con mayor poder, dirigida repetidamente contra una persona con menos poder, normalmente sin que medie provocación” (Harris-Petrie 2006)

Se le ha llamado incluso acoso maligno:

“Es evidente que el agresor disfruta de lo que está haciendo, mientras que la víctima tiene una sensación de opresión e impotencia” (Rigby 1996)

Ya hemos mencionado que la mayoría de los autores se refieren a la violencia escolar sólo como un acto entre iguales, es decir, entre estudiantes o alumnos o jóvenes de un centro escolar, y sólo lo mencionan como un acoso no como una agresión ni mucho menos como una violencia; el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su vigésima segunda edición define el concepto acoso como la acción y efecto de acosar y este verbo tiene, a su vez,  tres acepciones:

1) Perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o a una persona
2) Hacer correr al caballo 
3) Perseguir, apremiar, y/o importunar a alguien con molestias o requerimientos
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española 22° edición)

De acuerdo a estos significados podemos darnos cuenta que la concepción de lo que comúnmente llamamos violencia escolar resulta insuficiente pues en dicho fenómeno el victimario no sólo persigue, sin dar tregua ni reposo, ni solamente hace correr, ni mucho menos se limita a importunar con molestias, es decir no sólo acosa  a la víctima también- lo más importante del fenómeno-la humilla, la socava, la golpea, la menosprecia, la despoja tanto de sus valores materiales como de sus valores morales y personales
También se ha tratado de dar a la violencia escolar una imagen insignificante y poco influenciada- e influyente-por los diferentes entornos en los que se mueven los actores escolares:

“Antes que nada, es importante señalar que la principal parte de los eventos violentos que ocurren en la escuela no consisten en formas graves de abuso. Aquello que caracteriza a la mayor parte de los escenarios escolares la mayoría de las veces es una serie de formas leves de conflictividad cotidiana: peleas o pequeñas sustracciones entre compañeros que no pasan a mayores y que son vividas con naturalidad. Las formas más extremas de violencia son bastante más esporádicas y afectan sólo a porciones moderadas del alumnado. Es decir que si bien la escuela no deja de ser un escenario conflictivo, esta conflictividad no es tan amenazante como se suele creer” (Míguez/Tisnes 2008)

Reducir la violencia escolar a un simple acto entre iguales o a un menospreciado acoso o a una conflictividad poco amenazante significaría aceptar que el fenómeno es netamente intra-escolar y como tal las acciones preventivas y/o correctivas serían responsabilidad exclusiva de los actores escolares, por lo que debemos tomar conciencia sobre los posibles orígenes y causas de ésta para poder actuar mejor sobre el fenómeno:

“Al igual que otras circunstancias vinculadas con el aumento de episodios agresivos, este hecho debe entenderse a partir de la mayor fragmentación social y de las desigualdades sociales que se han instalado en nuestro medio en las últimas décadas” (Kornblit 2008)

“Por ende, la prevención de la violencia en el medio escolar debe insertarse en una perspectiva más amplia, que incluya el análisis de los procesos históricos y sociales que han llevado a las situaciones actuales, así como el valor del respeto a los derechos humanos y la aceptación de la dimensión social en el proceso de construcción de la realidad” (Harris-Petrie 2006)

Cuando se estudia históricamente la manera como se han formado y desarrollado los sistemas de educación, se ve que ellos dependen de la religión, de la organización política, del grado de desarrollo de las ciencias, del estado de la industria, etc. Si se les separa de todas esas causas históricas, se vuelven incomprensibles” (DURKHEIM publicado 1922)

En lo referente a cómo ha sido tratado el tema en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco encontramos que, aunque es posible que existan trabajos finales modulares,  la mayoría de las tesis, tesinas o trabajos finales de la carrera que abordan el tema están relacionados a la licenciatura de la psicología y por ende a la concepción del individuo más que al del hombre-social, como ejemplo de estos trabajos mencionamos los siguientes:

Autor                                   Título                           Año                        Clasificación

·         Castillo Pérez Nancy Anaid “El niño en la encrucijada de la violencia familiar y escolar”  2007     SS S 1006
·         Román Montes Mayra Marcela “Reinvención de la violencia; realidades dentro de la institución escolar”    2009      SS S 1835
·         Safa Valenzuela Diego “Refelxiones sobre la violencia escolar”    2011 SS S 2400

Consideramos ante todo que la investigación de la violencia escolar es necesaria no sólo como un fenómeno social intra-escolar, ni como una manifestación de conductas juveniles desviadas, sino como un fenómeno social producto de una variedad de violencias políticas, económicas, culturales, sociales, de medios de comunicación,  etc. que han derivado de la obligada transformación y adaptación de la sociedad actual a las exigencias del mercado mundial de la oferta y la demanda, del consumismo de mercancías y de la globalización

Nos habría gustado realizar un análisis más detallado y completo de los diferentes entornos (social-familiar-personal-escolar) en que se desarrollan los actores escolares para  considerar la influencia que cada uno de éstos tiene sobre cada uno de ellos y sobre los diferentes tipos de violencia escolar así como de la forma como éstas se influyen unas a otras, pero desafortunadamente como el tiempo de la investigación apremia nos limitaremos a un diagnóstico sobre la presencia de cada una de los tipos de violencia escolar en la escuela secundaria ya citada,  con esto tratamos de dejar un antecedente que puede ser retomado para un seguimiento y un trabajo posterior 

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